El hormigón armado es un material compuesto que está formado por hormigón y acero. El hormigón proporciona la resistencia a la compresión y el acero la resistencia a la tracción. Esta combinación de materiales hace que el hormigón armado sea un material muy resistente y versátil, que se utiliza en una amplia gama de aplicaciones, desde la construcción de edificios hasta la construcción de puentes y carreteras.
Sin embargo, el hormigón armado está sujeto a una serie de factores que pueden provocar su degradación. Uno de los factores más comunes es la carbonatación de la armadura.

Causas de la carbonatación
La carbonatación es un proceso químico que se produce cuando el dióxido de carbono (CO2) presente en la atmósfera reacciona con el hidróxido de calcio (Ca(OH)2) que se encuentra en el hormigón. Esta reacción produce carbonato de calcio (CaCO3), que es un material menos alcalino que el hidróxido de calcio.
El hormigón tiene un pH básico, entre 12 y 14. Este pH alcalino proporciona una protección a la armadura contra la corrosión. Sin embargo, cuando el pH del hormigón disminuye por debajo de 9, la armadura pierde su protección y comienza a corroerse.
La velocidad de carbonatación depende de una serie de factores, entre los que se incluyen:
- La concentración de CO2 en la atmósfera.
- La humedad del hormigón.
- La porosidad del hormigón.
- La presencia de agentes aceleradores de la carbonatación, como la sal.

Síntomas de la carbonatación
Los síntomas de la carbonatación de la armadura son los siguientes:
- Desprendimiento del hormigón de la superficie de la estructura.
- Aparición de manchas de color blanco o gris en la superficie del hormigón.
- Aumento de la conductividad eléctrica del hormigón.
- Pérdida de resistencia de la estructura.
Reparación de estructuras de hormigón por carbonatación
La reparación de estructuras de hormigón por carbonatación es un proceso complejo que debe ser realizado por profesionales cualificados. El objetivo de la reparación es restaurar la protección de la armadura y devolver a la estructura su resistencia original.
El proceso de reparación suele consistir en los siguientes pasos:
- Inspección y diagnóstico. El primer paso es realizar una inspección exhaustiva de la estructura para evaluar el alcance de la degradación.
- Exposición de la armadura. En las zonas afectadas, es necesario exponer la armadura para poder realizar la reparación.
- Remoción del óxido. El óxido que se encuentra en la armadura debe ser removido para permitir que la reparación sea efectiva.
- Pasivación de la armadura. Una vez que el óxido ha sido removido, la armadura debe ser pasivada para protegerla contra la corrosión.
- Reparación del hormigón. El hormigón dañado debe ser reparado con un material que sea compatible con la estructura.
- Protección de la reparación. La reparación debe ser protegida contra la carbonatación futura.

Prevención de la carbonatación
La mejor manera de prevenir la carbonatación de la armadura es evitar que el CO2 penetre en el hormigón. Esto se puede lograr mediante los siguientes métodos:
- Uso de hormigones con un pH elevado. Los hormigones con un pH elevado son más resistentes a la carbonatación.
- Uso de aditivos inhibidores de la carbonatación. Estos aditivos ayudan a retardar la velocidad de carbonatación.
- Protección de la superficie del hormigón. La superficie del hormigón puede ser protegida mediante el uso de pinturas o recubrimientos impermeables.
Con un mantenimiento adecuado, las estructuras de hormigón armado pueden tener una vida útil de más de 100 años. Sin embargo, es importante realizar inspecciones periódicas para detectar signos de degradación y realizar las reparaciones necesarias lo antes posible.